Si supieras, que ya morí de pena
que en el pecho, el dolor ya terminó
con lo poco que queda de mi pobre y negro corazón.
Si supieras que la vida me ha tratado mal
que este mundo ya no me da alegrías
solo traga los pedazos que en el alma voy dejando caer.
Solo tuve, que enfrentar tu ausencia
por las noches, llorando en soledad
tratando de esconder esta amargura para poder seguir.
Mi vida, solo fue una gran pregunta
que aun hoy, no puedo contestar
si la muerte ha sido justa
con vos querido viejo solo Dios, sabra responder.
Y ahora, en el hueco que dejaste
los recuerdos sepulte
y ahora, que vencí a la tristeza
tal vez... pueda decirte adiós.