Rondaba la presencia extraña
Una caja de oro y flores
Y yo guardaba en viejos libros
Aquellos negros colores
Uno por cada broche maldito
Dos por cada noche en el limbo
Tres por el sueño infinito
Que dio la botella de noche
Cuatro por solo acordarme
De Cenicienta en su laberinto
De Romeo matando la tarde
De la Tierra Baldía y lo enfermizo
De un otoño lleno de flores