Pucha qué lindos los carnavales
de aquellos tiempos de hacha y tiza en el Pilar.
¿Dónde se encuentran ya?
¿Qué fue del tiempo aquel?
Cuando me acuerdo se me eriza hasta la piel.
Hoy los pitucos, en los balcones,
se degeneran con batallas de papel.
En aquel tiempo, che,
un hombre de verdad
fajaba a un tipo o se iba al tacho su cartel.
¿Te acordás del carnaval
de 1912,
que tallaba en el Pigall
la patota de los Posse?
¿Te acordás de aquel festín
en aquel peringundín,
allá por Rodríguez Peáa,
que acabó con botiquín?
¿Y la biaba que cobró
aquel pobre cocoliche
que tocaba el acordeón
en la puerta de un boliche?
¡Qué lindo tiempo aquel!
¡Qué lindo carnaval!
Las cosas terminaban en la puerta 'el hospital.
¡Pucha qué lindos los carnavales
de aquellos tiempos que no pueden ya volver!
Mujeres de cartel,
guapeza sin igual
y en medio 'el baile el relumbrón de algún puáal.
Hoy los muchachos, con serpentinas,
en los balcones se entretienen en jugar.
En aquel tiempo, che,
un taita de blasón
largaba tiros pa' farrear desde un balcón.
Pucha qué lindos los carnavales
de aquellos tiempos del bufoso y del facón.