Era una provincianita
que dejando su casita
cayó un día a la Ciudad
sin sospechar, pobre china,
que iba buscando su ruina.
Y bien pronto un compadrito
comenzó su trabajito
con engaáo y con maldad,
y la muchacha rodó
una noche en el Maipú...
entre un tango y un foxtrot.
Infeliz provincianita,
tan gentil y tan bonita
la milonga te apresó
y ya tu vida está marchita.
Pobre flor, ya está muy lejos
el recuerdo de tus viejos,
tu candor se disipó
y hoy te entregás a la "cocó"... ¡ah!
Provinciana sin malicia
que soáás con las delicias
de la vida en la Ciudad,
la Capital te fascina,
pero mirá que es daáina.
Como vos muchas quisieron
conocerla y se vinieron
para nunca retornar,
porque es muy fácil rodar
una noche en el Maipú
entre el tango y el champán.