Malevo requintao y presumido,
que has pretendido ser mi gavión,
vas muerto en la parada si has creído
que has engrupido mi corazón.
Para eso hay que ser hombre decidido
y haber nacido taura de acción,
como los de antes, que en la partida,
por una paica se jugaban la vida.
¡Ah, malevo de antaáo!
Que arrimao al cancel
derramaba el engaáo
con chamuyo de miel,
y que daba en ofrenda
el pellejo por su prenda.
¡Malevaje de antaáo
que ya no ha de volver!
Evoco tu recuerdo tan querido
en los latidos del corazón.
Tu voz resuena aún en la calleja
como una queja de bandoneón.
Malevo de los tiempos que se fueron,
los de hoy hicieron tu imitación,
pero les falta en la partida
sangre y guapeza pa' jugarse la vida.