Te compraré el piano
si me prometes estudiar en serio,
haciendo con la mano
un gesto que era como el evangelio.
Mi padre aquella noche
me hizo soáar con él y lo tocaba,
la música es así... nos hace estremecer,
y te conviertes solo en un pequeáo gran Chopin.
Y así mi adolescencia,
me la pase ensayando las lecciones,
mientras con insolencia
jugaban otros niáos con balones.
Yo era muy distinto,
la vida me ofrecía otras pasiones,
la música es así... nos hace estremecer,
y mientras más te metes, más la ves,
la clave del porqué.
Y cuando te acaricia,
la música te da las vibraciones,
del cuerpo de una chica,
cuando se agita lleno de emociones.
Y del conservatorio
salimos diplomados de esperanza,
de amores de tenorio,
sintiéndonos tan fuertes como un tren,
pequeáo gran Chopin.
¿Por qué no es nochebuena?
¿Por qué me cansa a veces cuando suena?
La música es así... no hace estremecer,
por eso toco aun... incluso aquí,
entusiasmándome.
Pero hoy aquel piano
es ébano y marfil desafinados,
haciendo mi trabajo
en el piano bar del viejo barrio.
Mas cuando vuelvo a casa
me pongo el frac y al ver la partitura
descubro mi secreto,
y nadie sabe que hay dentro de mi
un clásico Chopin,
pequeáo gran Chopin.
Este concierto mío
es una voz lanzada al infinito,
¿quién no lo habrá entendido?
Incomprendido y solo vive en mi,
pequeáo gran Chopin,
pequeáo gran Chopin.