Sí, digamos de mí
que al menos estoy en mi insano juicio.
Sentado aquí, perdido en mi vida.
Sentado aquí y aún huyéndome.
Sí, querrás convenir
en que esto no puede ser llamado vida.
Me muevo de la cama a la cocina
y en el camino me vuelvo a perder.
Pude no hacerlo bien,
pude hacerlo peor,
pero aún golpea mis sienes
tu mensaje en el contestador
preguntando por qué no estaba yo
donde tenía que estar,
qué era aquello tan bueno
que me hizo olvidarme de ti.
¿Era en verdad aquello algo tan bueno?
¿Era en verdad aquello algo mejor?
Hoy procura dormir
y te prometo que yo
llegaré hasta allí
con los primeros rayos del sol
y no te despertaré,
querré contemplar tu sueáo profundo
y así comprobar que por una vez
está en calma el mundo.
Y por una vez que encuentre al mundo en calma.
Por una vez que encuentre al mundo en calma