Somos culpables de este amor escandaloso que el fuego mismo de pasión alimentó que en el remanso de la noche impostergable nos avergüenza seguir sintiéndolo Poco a poco fuimos volviéndonos locos y ese vapor de nuestro amor nos embriagó con su licor y culpa al carnaval interminable nos hizo confundir irresponsables Si fuimos carne de la intriga casquivana que la imprudencia del rumor hoy desató y descubiertos por la luz de la maáana nos castigaron la desidia y el dolor