Sonreía la princesa por detrás del abanico
Los ojitos de su alteza no sabían disimular
Mientras que los eruditos de la corte japonesa
Comenzaban de a poquito a sospechar
Aquel joven escudero cortejaba a la princesa
Le juraba amor sincero al oído con pasión
Y a la luz del sol naciente, coronó su amor confeso
Y en secreto con un beso dijo adiós
Japonecita, pobre princesa
Llora y llora la tristeza de vivir sin un amor
Japonecita, penosa alteza
Tienes todo lo que quieres
Sin embargo en el dolor
Sola y en secreto mueres por amor
Mas como era de esperarse y por todos es sabido
El rumor llegó al oído del estricto emperador
Veinte mil noches y un día preso en la mazmorra fría
Por su falta al escudero condenó
Cada noche, la princesa en su alcoba, inútilmente
Repetía la promesa de su amado con dolor
"Daría toda mi riqueza por vivir humildemente
En la aldea con mi amor comiendo arroz"
Japonecita, pobre princesa
Llora y llora la tristeza de vivir sin un amor
Japonecita, penosa alteza
Tienes todo lo que quieres
Sin embargo en el dolor
Sola y en secreto mueres por amor
Heredera de aquel trono sin ser dueña de su vida
No encontraba una salida la futura emperatriz
Contrastaba el triste tono de sus ojos y el kimono
Colorido pero el alma siempre gris
Se oye de la servidumbre que trabaja en el palacio
Que la lúgubre princesa nunca ha vuelto a sonreír
Dicen, como es de costumbre por más que pasaron años
La princesa japonesa fue infeliz
Japonecita, pobre princesa
Llora y llora la tristeza de vivir sin un amor
Japonecita, penosa alteza
Tienes todo lo que quieres
Sin embargo en el dolor
Sola y en secreto mueres por amor
Tienes todo lo que quieres
Sin embargo en el dolor
Sola y en secreto mueres por amor
Sola y en secreto mueres por amor