Al hombre le dan la vida y de el depende su porvenir,
según el lugar que elija o donde le toque vivir,
no hay mejores ni peores, lo importante es seguir.
Hay que elegir un camino, si estudiar o trabajar,
a veces no queda otra que levantar el cereal
aquello que un día fue un juego se ha convertido en realidad.
La vida de campo es dura no se lo puede negar,
el horizonte se alegra si la cosecha hay que levantar,
porque hacer el sacrificio la recompensa vendrá.
Aquel que trabaja el campo con alma quiero cantar,
y aunque a veces ignoramos lo que es la zona rural,
si no fuera por su esfuerzo no habría esperanza que contar.
Son meses lejos de casa, de trabajar sin parar,
durmiendo en una casilla de comer hasta que hay
un perro de compaáía vagabundo del lugar.
Despacito y con paciencia viajando para el lugar
las maquinas sin apuro con el equipo detrás,
controles de policía de noche no hay que continuar.
Despacito y con paciencia volver a casa será,
reencuentro con la familia y volver a descansar
estar en casa de nuevo no se puede comparar.
Aquel que trabaja el campo con alma quiero cantar,
y aunque a veces ignoramos lo que es la zona rural,
si no fuera por su esfuerzo no habría esperanza que contar.