En la oscuridad, cuando no puedo ver,
Tu sangre me cubre, me da poder.
En mis tormentas, cuando todo va mal,
Tu amor y tu gracia me hacen avanzar.
En cada lágrima, en cada temor,
Tu sangre, Jesús, es mi redentor.
En cada herida, en cada dolor,
Tu sangre me sana, me llena de amor.
La sangre de Cristo tiene poder,
Es mi refugio, mi sostén, mi ser.
En tus promesas, encuentro paz,
Tu sangre me guía, me lleva a más.
En mis caídas, cuando siento caer,
Tu sangre me levanta, me hace renacer.
En mis dudas, cuando pierdo la fe,
Tu sangre me abraza, me hace creer.
En cada lucha, en cada prueba,
Tu sangre, Jesús, mi alma renueva.
En cada paso, en cada decisión,
Tu sangre me da fuerza, me da razón.
La sangre de Cristo tiene poder,
Es mi refugio, mi sostén, mi ser.
En tus promesas, encuentro paz,
Tu sangre me guía, me lleva a más.
En cada amanecer, en cada atardecer,
Tu sangre me llena de nuevo poder.
En cada susurro, en cada oración,
Tu sangre es mi canto, mi devoción.
La sangre de Cristo tiene poder,
Es mi refugio, mi sostén, mi ser.
En tus promesas, encuentro paz,
Tu sangre me guía, me lleva a más.
Gracias Jesús, por tu sangre en la cruz,
Por tu amor sin fin, por tu luz.
La sangre de Cristo, mi salvación,
En ella encuentro mi redención.
La Sangre de Cristo Tiene Poder
La Sangre de Cristo Tiene Poder
La Sangre de Cristo Tiene Poder
La Sangre de Cristo Tiene Poder
La Sangre de Cristo Tiene Poder
La Sangre de Cristo Tiene Poder
La Sangre de Cristo Tiene Poder
La Sangre de Cristo Tiene Poder
La Sangre de Cristo Tiene Poder