Desde las tinieblas
Tu voz resonó
Estuviste sobre las aguas
Del polvo tu mano me formó
Pero te rechacé
Escogí mi camino, mi propio camino
A pesar de mi odio
Me diste tu hijo, tu propio hijo
Por Él, quien formó montañas
Quien ubicó las estrellas
Me reemplazó con un Cordero
El Cordero que fue, que siempre fue
Desde Desierto al Mar
Desde las pampas a los nevados
La belleza de tu creación
No se compara con tu gracia
Estoy aquí, Estoy aquí
Vivo en tu gracia
Estoy aquí, estoy aquí
Salvo por tu sangre