Veo horizonte, no hay tierra
Viene Tempestad
Las olas batientes, señalan al por venir
Y yo, soy indefenso
El bramido ensordece
Los torrentes alzan su voz
Pero más que la marejada
El Señor es poderoso
Él se viste de majestad
Sobre su trono desde eternidad
A pesar del fragor del mar
Inquebrantable Dios Reinará
Ya no me hundo, tu mano salva
La tormenta calmarás
Estas olas, te proclamarán
El mar a su creador