En ex hacienda El Rosario, la violencia se desató
De un hombre despiadado que a su mujer golpeó
Con el niño en brazos, ayuda pidió
Don Arnoldo, que pasaba por ahí, sin pensarlo la subió
La señora en lágrimas, se lo agradeció
Sentía cómo si un ángel se le apareció
El hombre vio la escena, pues enloqueció
Y a don Arnoldo con el carro le chocó
Después del golpe, inconsciente se quedó
Pasaron unos minutos hasta que reaccionó
La mujer no estaba, él se la llevó"Ahora va la mía", fue lo que pensó
Al hombre"El karateka" se le apodó
Arnoldo en su venganza, la casa encontró
No pasaron ni tres días y lo secuestró
Ya era tarde, por su vida le imploró
En tortura, Don Arnoldo era el mejor
Más con los que habían cometido un error
Arrancándole los dedos con mucho rencor
Y eso aún no era lo peor
No puedo contar todo lo que sucedió
Sé que el karateka se arrepentiría del error que cometió
Todos especulan de su desaparición, saben que falleció
Difícil de reconocer, con la cara destrozada se encontró