Corría el año dos mil diez, dos hermanos hacían su deber
En una Harley impecable, no había nada que temer
Un sospechoso armado los pudo sorprender
A punta de pistola, tuvieron que descender
Los hermanos estaban devastados
Pues el acto los tenía exaltados
No se preocupen, que son despiadados
Si yo fuera él, estaría aterrado
Ayuda divina, pues fue muy exprés
Saliendo la troca en el noticiero a las tres
Ubicada en la calle de Sor Juana Inés
Ahora las cosas estaban al revés
Cuando él los vio, su sonrisa se borró
Secuestro y tortura pa'l cabrón que les robó
Se escuchaban sus gritos, a Dios, lo nombró
Es lo que cuentan, sólo la cabeza se encontró
Hoy no se sabe nada de esos hermanos
Pues fue hace catorce años pa' ser exactos
Dicen que aún radican en Guadalupe
Pero esto es sólo una historia agridulce