A ver, usted que está en la barra, a estas horas no vienen muchos clientes
Cantinero, siga con la limpieza, pero sírvanos una botella buena
De tequila y que sea de uno fuerte, que yo y mi compa compartimos la misma suerte
Amigo, su mirada lo delata, no me diga sufre por una ingrata
Así es, está usted en lo cierto, pero creo que es mejor no hablar de eso
Soy un hombre de muy pocas palabras, y considero que es mejor no mencionarla
Y en la rotola se oye una de Sabina, y en los vasos otra vez hay tequila
Una lágrima cayó sobre la barra, no se agüite y le toqué la espalda
Caballero, lo que quiero es morirme, solamente así podré olvidarla
No la olvide, yo le daré un consejo, es de hombres vivir con el recuerdo
Y que vuelvan las rolas cantineras, y destápese la otra botella mi compa
Y el alcohol y el ambiente nos cegaron, y después de veinte mil seiscientos tragos
Aquel hombre se convirtió en mi hermano, y ya tercos reímos y lloramos
Que nos sirvan otra vez la del estribo, y que se oigan letras de Martín Urrieta
Acá entre nos y Mujeres divinas, se escucharon quinientas veces en la cantina