Dentro de un surco abierto vi germinar
Un lucero de infinita soledad
Y con una canasta le vi regar
Con agua de un arroyo de oscuridad
Amalaya la siembra se echó a perder
Y el agua del arroyo se echó a correr
Al lucero le gusta la claridad
Y al agua del arroyo la libertad
No dio fruto el lucero, se fue a alumbrar
Y el agua del arroyo la fue a cuidar
En una hora triste quise cantar
Y dentro de mi canto quise gritar
Y dentro de mi grito quise llorar
Pero tan sólo canto para callar
Amalaya la hora en que fui a cantar
Amalaya la hora en que fui a gritar
Si gritando se llora para callar
Y mi vaso sediento no llega al mar
Amalaya la hora en que fui a cantar
Amalaya la hora en que fui a gritar
Y así se fue el lucero a su claridad
Y así se fue el arroyo a su libertad
No le llegó la hora de clarinar
No le llego la hora de clarinar
De clarinar, de clarinar, de clarinar