Asómate a tu ventana, que amanece un nuevo día; y los que fueron mis penas, son causa de tu alegría. La imagen de tu sonrisa, dejó un recuerdo en mi mente; que aunque tuviera cien vidas, no dejaré de quererte. Quiero el calor de tu cuerpo, quiero por siempre tener la ternura de tus besos, que es fuente para mi sed. Despierta de tu silencio, amigo coge el timón; y pon rumbo a la esperanza, a ver si alcanzamos el sol. La imagen de tu sonrisa, dejó un recuerdo en mi mente; que aunque tuviera cien vidas, no dejaré de quererte. Quiero el calor de tu cuerpo, quiero por siempre tener la ternura de tus besos, que es fuente para mi sed.