No sé parar al viento de mis hélices
Los huracanes de mis vértices
No hacemos más que transitar
Mejor será
Que empiece yo
Y me acerque más
Al punto casi de rozar
La risa de la oscuridad
Pero ríndete
Como se rindió el sillón
Como se entregó el rubor
Del mejor atardecer
Ríndete
Que no te queda más remedio
Que entregarte amor
Ríndete
Que en tu alegría yo me hago fuerte
Ríndete entrégame tus armas
Sin condición
Que no hago prisioneros
En mi corazón
Dios mío, dime qué es
Lo que yo puedo hacer
Para decirle adiós
Si tú te vas
A quién le cuento sin contar
A quién me abrazo ahora al tropezar
No tienes que disimular
Pero me acordé
De las flores del sillón
De tu voz en el salón
De tu risa de laurel
Me acordé
Y ahora ríndete
Ríndete
Que no te queda más remedio
Que rendirte, amor
Ríndete
Que en tu alegría yo me hago fuerte
Ríndete, entrégame tus armas
Sin condición
Que no hago prisioneros
En mi corazón
Dios mío, dime qué es
Lo que puedo hacer
Para decirle adiós
Ríndete
Que no te queda más remedio
Que entregarte, amor
Ríndete
Que en tu alegría yo me hago fuerte
Ríndete entrégame tus alas
Sin condición
Que no hago prisioneros
En mi corazón
Dios mío, dime qué es
Lo que puedo hacer
Para decirle adiós