Buitres a la espera
de mi caída están.
Rondando sobrevuelan
mí andar desde loalto,
cobardemente.
Con ásperos graznidos
ruegan al Dios rapaz,
puedan la carne mía,
ya sin vida devorarse,
y hartar sus vientres.
Buitres rapaces maldicen mi suerte.
Pero yo sigo marchando hacia el frente.
Sin más que razón por motivo
y con verdad, en soledad,
mi destino llevo por el rumbo esquivo.
Siguiendo el rastro dejado por quienes
no se entregaron, como tantos suelen
Quienes jamás negociaron mentiras
por complacer al botón, al ortiva
al carnero o al vigia.
Razón es gran motivo.
Verdad, es soledad.
Los buitres enemigos
un castigo que he ganado
Y no lamento
El rastro con que guio
los pasos de mi andar,
son del modelo vivo
que persigo por lo grande
del sentimiento.
Por eso sigo marchando hacia el frente,
mientras los buitres maldicen mi suerte.
Sin más que razón por motivo
y con verdad, en soledad,
mi destino llevo por el rumbo esquivo.