Eres como viajar a ciudades en las que nunca he estado antes,
Como pasear por las calles sin paseantes,
Como intentar que entone el más torpe de los cantantes,
Sentirse como David perdiendo ante todos los gigantes.
Eres la imponente voz que me grita cuando no tengo la culpa,
La que desnuda mis frases de disculpa,
La que primero asiente y después pregunta,
La que nunca sabe a dónde va ni de dónde viene.
Y me da igual que seas peor que un perro verde,
Me da igual que te pierdas entre tanta gente.
Ven si no te importa compartir
Porque a cada una de tus rarezas le corresponden mil de mí.
Eres como el sol que nunca arde,
El tren que siempre llega tarde,
Las pisadas seguras del caminante más cobarde,
Como un abril de sequía, o la luna en medio día;
Mi más dulce sueño, la más profunda de mis agonías.
Y me da igual que seas peor que un perro verde,
Me da igual que te pierdas entre tanta gente,
Ven si no te importa compartir,
Porque a cada una de tus rarezas le corresponden mil de mí.
A cada una de tus rarezas le corresponden mil de mí,
A cada una de tus rarezas.
A cada una de tus rarezas le corresponden mil de mí,
A cada una de tus rarezas.