Que me disculpen los poetas, trovadores y coplistas, cantautores, barítonos, contraltos y artistas. Que me disculpen los intelectuales pensadores, filósofos, teóricos y creadores. Yo solo sé que escribo, luego existo, porque la palabra cobra vida y sentido. Me da ese respiro, del oxígeno al oído, como un órgano vital, lo que siento y lo digo. El arte es un arte para liberarse, despojarse de las expectativas y estandartes. Llevarse, mecerse con el pensamiento, ponerse en ideas en continuo movimiento. Mi nombre poco importa, mi cara va cambiando con el paso del tiempo, ella se va arrugando. No le temo a la vejez, yo le temo a la tontera, al vacío sin sentido que invade esta era. Me cuestiono que decir, como abordar un tema, un compromiso con el mundo pues cantar es mi escuela, rimar es mi academia y a veces mi dilema, y en ese sincronismo vivirlo vale la pena.
coro:
Vivir lo que se escribe y escribir lo que se vive, desvivirse con el texto, desvestirse por completo, desnudar el sentimiento con el sentir más honesto. Rendirse jamás, como primer manifiesto. Sentir lo que se dice y lo que se dice sentirlo, vivir cada escrito, pues no todo está dicho, resentir, resignificarlo todo como mecanismo. Primer manifiesto, liberar el pensamiento.
Y así es, buscamos, caminos, en el tiempo. Son voces, del aire, de un cuerpo en un alma.
Vive lo que escribes, siente lo que se dice. La música me eligió y yo a ella, somos felices. No importa el escenario que pise, sea en un festival masivo, bajo tierra con lombrices, son mis raíces, las que no pierdo ni olvido. Hacer ruido es mi objetivo, soy elegido y bendecido, perdón por haber mordido el fruto prohibido y si hoy vivo es por esto que llevo conmigo del sonido fiel a los míos y a mis principios. El barrio me inicio, rayando edificios, y uno que otro esfuerzo y sacrificio, como alejarme de este vicio, yo soy la voz de los anónimos, de los que rimamos para subir el ánimo, humanos, más que colegas hermanos. Dedica y hácelo de corazón pana, que de todo lo demás el tiempo se encarga ya, hasta que llegue la oportunidad, hazlo de corazón pana que de todo lo demás el tiempo se encarga ya, el tiempo se encarga ya.
coro:
Vivir lo que se escribe y escribir lo que se vive, desvivirse con el texto, desvestirse por completo, desnudar el sentimiento con el sentir más honesto. Rendirse jamás, como primer manifiesto. Sentir lo que se dice y lo que se dice sentirlo, vivir cada escrito, pues no todo está dicho, resentir, resignificarlo todo como mecanismo. Primer manifiesto, liberar el pensamiento.
Y asi es, buscamos, caminos, en el tiempo. Son voces, del aire, del cuerpo en un alma.