Conectaron por miradas
En una muestra de hologramas:
ÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂl mordiÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂó el anzuelo de sus ojos verde mar
Y ella el de sus hombros anchos bajo el cardigan.
-Yo soy franco: te deseo.
-Yo, casada... pero, bueno.
Y partieron juntos casi sin probar
Dos capuchinos sin edulcorar.
La lluvia acida los privÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂó
De ver la luna en el mar.
Pero ÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂél, que estaba en todo, encontrÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂó
Hotel con luna y mar
De... realidad virtual.
Y no es que quieran estar asi:
Enviandose la pasiÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂón por fax.
Enlazados a un microchip,
Pero hace falta un MODEM para este amor
Y una clave de acceso para este amor,
Este amor en los tiempos del CD ROM.
-QuÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂé violines tan sensuales!
-Son, por cierto, digitales...
Y tomaron ese raro tren de conversar
Interrupto apenas por el celular.
-No frecuento estos juegos...
-Yo tampoco, desde luego.
Pero preservemos la seguridad.
-En mi bolso hay uno,
QuÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂé casualidad!
ÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂl consiguiÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂó tickets para ver
La ultima ballena en su show.
Ella una noche entrÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂó en su PC:
La maquina escribiÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂó
ÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂTe extraÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂño, mi amorÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂ
(ESTRIBILLO BIS)
Epilogo:
En la alfombra, las hombreras de ÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂél,
Perdidas, aun lo esperan.
Y en el baÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂño, una cajita de cristal
Dice: ÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂAnteojos de contacto verde marÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂ