Es natural, no soy la única que ve el rosal bañado en sangre.
Ni tampoco seré la última en no consagrase.
Esta espiral, el alma se dispara incapaz de liberarse.
¿Cuánto más debo esperar para empezar a acostumbrarme?
Y quema, y quema,
Y el alma se libera,
Si quema, si quema
El hambre en nuestras venas
Si quema, si quema, y luego se libera.
¿Qué va a ser de mi si la luz se apaga?
¿Qué tendré que hacer en ese lugar?
¿Y si mi energía no se separa,
Y aún me queda mortalidad?
La velocidad a la que esto avanza
Hace que empiece en el mismo lugar,
¿Qué vamos a hacer cuando no haya nada, solo eternidad?
En la fría y vana eternidad......