Nunca me pusieron un nombre
Que falta le hace un monstruo
Aquello que en mí fue un hombre
Yace devorado en un rincón
Maldigo a mi indigno progenitor
Del cual heredé el deshonor
Catarsis de un macabro narrador
Que escribe sin compasión
¿Quién me salvará de este eterno vagar?
El prójimo se dispone a dar el golpe final
Quiero abandonar
Este plano mortal
¿Cómo puedo ser digno de vivir
Si me envuelvo en sangre al despertar?
Ancestros, tan solo os pido piedad
Separado del cuerpo hallaré la paz
Sal de mis dominios
Sal de este cuerpo
Sin profecías a mi favor
Emprendo el camino
Purificaré mi estirpe
Saliendo vencedor de la montaña del demonio impío
No queda nada en el cuerpo de mi hermano salvo corrupción
Este será el golpe de gracia que acabe con su dolor
Sal de mis dominios
Sal de este cuerpo
Nadie te salvará de tu eterno vagar
Permanecerás a mi lado como alma inmortal
Mis pecados serán redimidos con tu ascensión
Deja tu cuerpo, relévame y obtendré el perdón
Debo abandonar este plano mortal
Destruiré a nuestro padre para liberar al allegado de su aflicción
¿Cómo puedo ser digno de vivir
Si abandono a un hermano en su desazón?
Ancestros, dadme un rumbo a seguir
Encontraré al pecador y propiciaré su fin
No podré descansar
Muerto el padre hallaré la paz, la paz