Silbidos
Era un chabón que cuestionaba la vejez
Su piel albar mostraba palidez ojeaba el volumen de cabeza a pies
Tan terco como honrado se veía con nitidez
Esa ofuscación hizo premisa del afecto
Acumulando mucha grafema dio el predilecto
Señalaba los dedos sujetando un prospecto
Prescribiendo la orden de su ancestros
Deceso se exhiba ante el adolescente
Proponiéndole una ofrenda tratando de rechazarle
Zagal inclinando las vertebras accede sometiendo a conferir su alma al divergente
Errante marcha pudiendo por fin descansar desarraigando de su dorso el puñal
Mira este aciago atrás del cristal conmemorando esos barajes que no puedo olvidar
La aspiración ocupando cada hueco de transpiración apabullante golpes sin inhalación
Aprieta su puños cargado de emoción repele la inepcia desvelada por su evolución
Deben conocer que no soy medrado transponiendo las actividades que habéis probado
Paladea el sabor que he disfrutado con una complexión agravio de lo soportado
Te pregunto vida ¿Qué eres realmente?
Responde la muerte una burla acontecida en el miedo que lo provoca
Inuco es la ofensa preestablecida tolera el desazón
Sustanciado en la espina desinfecta una alusión que supervisa
Tajando sus fracciones expuestas en cenizas
El declive une un algoritmo impredecible
Opaca este embrollo extirpando el quiste
Afirmaste manejando lo que decidiste hiciste enaltecer tu furia expansible
Te pongo ante una punición infinita permito esa permuta que me solicitas
Este termino clausura la criba sorteando contornos al torno de esta cima
Faena se combina con la ansiedad prioridad entabla unido a esa responsabilidad
Obstantemente que dictaminas al confeccionar un hombre acoge el manuscrito que debe agregar
Te pregunto muerte ¿Qué eres realmente?
Responde la vida una transición en la eternidad
En la que nos olvidan
En la que nos olvidan
En la que nos olvidan
En la que nos olvidan