Tu ternura y mi pasión,
Tu alegría y mi canción,
Son capítulos de ayer.
Fue tu amor vino y miel
Que bebí con fruición;
Tu reír, cascabel
Que alegró el corazón.
Fue tu voz "yaraví"
Que meció mi soáar
Y tu fe prendió en mi
La ansiedad de triunfar.
Sólo al perderte aprendí
¡cuánto valía tu amor!
Y yo, que siempre reí,
Supe llorar de dolor.
Fuiste un ángel, lo se.
Me inundaste de luz.
Y tus alas clavé
De mi orgullo la cruz.
Mi bien, ¿qué recodo traidor
De la senda triunfal
Acechó a nuestro amor
En su trampa mortal
Para cegarnos y causarnos
Tanto mal?...
Mi bien, ¿qué recodo traidor
Sin razón ni piedad
Desvió nuestro amor
De la felicidad
Que tu acunabas
Y soáaba mi ansiedad?...
¡fue mi orgullo torpe y vano!
Un recodo de espejismo
Donde el sueáo se estrelló
Y el porvenir rodó al abismo.
A este abismo desolado
Donde todo es inclemencia,
Donde vivo torturado
Y el frío de tu ausencia
Me hiela el corazón.