La noche amiga me trajo al centro
En este inquieto peregrinar,
Detrás del tango que nunca encuentro,
Del que otros días supe bailar...
Aquél del patio con el aljibe,
Cancel de hierro, cordial portón,
Que me brindaba, cuando era pibe,
Su aroma criollo: menta y cedrón.
¡yo busco el tango de ayer!...
¿dónde estará?
¿en qué fuelles escondido?
¿dónde, su ritmo sentido,
Pulido y querido
Que no he de olvidar?
¡dónde están, bailes de antaáo,
En los que bajo las parras,
Cien acordes de guitarras
Nos hicieron vivir y soáar!...
Yo escucho el tango del tiempo mío
Tras de las tapias que ya no están,
Y evoco el barrio con sus baldíos...
Y aquellos cielos de celofán...
Y cruzo el patio de las magnolias,
Y se me prenden al corazón
El fiel recuerdo de aquella novia,
Y aquel perfume: menta y cedrón...
Nostalgias del corazón.
¡magnolias, menta y cedrón!