Qué misterio esconde el día, yo no sé qué va a pasar,
el viaje ha empezado y no consigo despertar.
Los minutois ya me anuncian que voy a despegar,
se oyen voces que no entiendo, pero eso me da igual.
Tomo tierra no sé donde, no conozco esa ciudad,
ando en busca de alguien que me diga donde hay un bar.
Me han mandado hacia la calle y ahora toca esperar,
mi maleta no aparece y no me entiende el personal.
Dónde estoy, que coáo hago aquí.
Ando y busco sin dirección,
el sudor recorre mi piel
y me tiemblan hasta los pies.
Me meten para adentro, sin saber por donde ir,
pierdo las esperanzas, pierdo hasta el maletín.
Renuevo mi viaje, ya compraré algo allí,
encuentro una esperanza que me ayuda a sonreir.
Me voy hacia la puerta, ésta se tiene que abrir,
suenan sirenas que hablan, que me dicen: ¡Sal de aquí!
Bajo unas escaleras, esto es un sin vivir,
tengo que estar soáando, esto no puede ocurrir.
Sólo deseo que esto llegue pronto a su fin,
encontrar quien me hable y que me diga estoy aquí.
Por fin encuentro a alguien que me dice son 10.000,
yo ya no puedo más, necesito descansar.