Pescador de mar adentro
Mi amigo siempre cantaba.
Un día volvió su copla
Con el adiós de la barca.
Vi correr sangre minera
Por un pan endurecido.
junto á la mano crispada
la luna se volvió trigo.
No me dé penas la vida,
Me sobra con la que tengo.
Como el quebracho del monte
Sobre el hachazo florezco.
Trabaja el indio en la piedra
Su socavón de silencio,
Y á su sombra se cobija
Mi corazón cancionero.
Lo siento gemir al viento
Cruzando montes de espinas.
Salgo al camino y le grito
Para servirle de guía.
Allá por el cielo arriba
Va la luna lastimada,
Como una copla perdida
Que ya no tiene guitarra.
Trabaja el indio en la piedra
Su socavón de silencio.
Y á su sombra se cobija
Mi corazón cancionero.