Y acaso habiais creido aquel viejo cuento del sol,
era tan solo una lamparita de 60 vatios,
amplificada por inmensas lupas,
que venian en la revista Billiken.
Juro que la apagaré hoy...
Ojojo, ojojo,
Ojojo, ojojo.
Y acaso pensasteis que iba a sostener durante mucho tiempo
esta absurda conducta de apagarla y encenderla a la misma hora,
hasta donde creiais que daria mi bondad,
te equivocasteis otra vez.
Ojojo, ojojo,
Ojojo, ojojo.
Y acaso imaginasteis que por vivir bajo tierra
ellos eran apenas viejos y humildes topos,
vosotros que intentais torpemente acercaros al cielo
vivirais eternamente como niáo ciego.
Ojojo, ojojo,
Ojojo, ojojo.
Y luchais por la vida,
y no advertis que era tan solo un paseo por mi galeria de arte,
frutas exóticas, verduras multicolores, cadaveres gustosos,
que guis como perro salvaje, ya no lo tendrais,
aqui en el cielo no eres materia, a ver como te las arreglas.
Ojojo, ojojo,
Ojojo, ojojo.