Cuando le da la gana,
Cuando se para en seco,
Cuando le bajan las defensas
Y se rompe con un golpe de mar.
Cuando me extraña y calla,
Sembrado de misterios,
Me tira de la mano
Y me esquiva en cada paso que da.
Arriba en la montaña,
Poco antes del deshielo.
Tan bueno, tan frágil,
Tan sólo pura casualidad.
Aunque ya no haga falta
Voy a cruzar los dedos.
Prefiero decirlo a la cara
Y dejarme ganar.
Que no se enteren,
Que no se ocupen de ti.
No se sostiene,
Pero pareces decir
Hazlo por mi,
Hazlo por mi,
Hazlo por mi,
Repítelo despacio.
Recuerdos en cascada
Cuando se agita el viento.
Un tira y afloja
En la noche que echaste a correr.
Me acarició la espalda,
Te bautizó el silencio.
Los perros de la madrugada
Volviendo a morder.
Que no se enteren,
Que no se ocupen de ti.
No se sostiene,
Pero pareces decir
Hazlo por mi,
Hazlo por mi,
Hazlo por mi,
Repítelo despacio.