Un sarcófago lleno de muáones
levita, sudando sangre,
por los rincones del bidet.
No hay agua caliente, y en la baáera
no caben más gilletes.
Jayne Mansfield sonríe así de grande
y Marat
resiste ante el tubo irrigador.
No era previsible a estas alturasde la noche,
cuando el pájaro embalsamado de la noche
desciende como un sudario cultural...
Me duele la cabeza a guerra civil
y no me alivian ese par de aspirinas Bayer
que me ofreces con tan buena voluntad.