Presiento que sabes cuál es el motivo
Para llamarte así tan repentino
Dirás estoy loco por ilusionarme
Si de todos modos solo te insinuaste
Esperaba conocer tu alma
Y saber muy bien porqué te espero
Hoy no tengo claro cuál era tu deseo
Me dejaste a voluntad del viento
Bailamos una vez, se me hizo un siglo
Tomamos café y lo sonreímos
Lanzaste el anzuelo, te lo entregué todo
Ese era tu juego llevarme hasta el enojo
Y tú lavándote las manos
Mientras confundías las miradas
Te felicito, lograste que amara
Con este dolor a tu fantasma
Bailamos una vez, se me hizo un siglo
Tomamos café y lo sonreímos
No hay nada para despedir
Y aún así tu fantasma no me deja seguir
No tengo más fuerzas para conquistar
A tu corazón pues nunca está
Por eso te digo sin decir adiós
Hoy esto se acaba para los dos