Cuando la noche llega a apagar el día
Nacen luceros tristes en mi dolor
Calman la sed ardiente de mis pesares
Cuando la noche corta flores de fuego que el sol dejó
Voy entre las montañas soñando lunas
Árboles que refresquen el corazón
Busco en el horizonte lejanos mares
Para bañar el alma con las espumas de la ilusión
Dejo huellas de sangre por el camino
Rosas de mi tristeza que floreció
Voy regando los campos con mis cantares
Para alegrar la senda de mi dolor