Juana del desierto, tú supiste amar
Seco está tu huerto, y dejaste el mar
Te partió la arena tu piel virginal
Y alivias la pena de mi soledad
¿Cómo fue que abandonaste
Tu exuberante jardín?
Con el amor te fugaste
Una mañana de abril
Como en los cuentos fuiste cautiva
Tu cabello que era rubio
Como amanecer sin fin
Se fue pintando de tarde
De tarde pálida y gris
Pero tu alma está mas blanca
Y como Juan el Bautista
Te alimentaste de miel
De verdad y miel silvestre
Que te volvieron mujer
En el desierto, con miel silvestre