Se me secó la milpa
Quedó solo el potrero
Se me azolvó la noria
De donde daba agua a los rancheros
Se marchitó la hierba
Que brotaba en los cerros
Andan buscando pasto
Mis animales, viejos y enfermos
Entre Dios y el invierno
Se quedaron mis sueños
Ni dinero ni lluvia
Para poder empezar de nuevo
Pero quisiste herirme
Señor del universo
Para darme la luz
Que sólo ve un corazón humilde