Como llegan a veces los dulces sueños que no se esperan
Así llegaste a darme una puñalada, nenita buena
Una puñalada en el alma, que tú quisiste que yo sintiera
Para volverme a la vida, que hoy se renueva en tu cabellera
Pero te vas como siempre se han ido todas las cosas bellas
Que alguna vez se acercaron a mi dolor, huérfano de estrellas
Te vas haciendo alarde, de mi derrota, y dejas la huella
De un amor que es cobarde, que tiene miedo a llorar su pena