Una condena barata a todos aquellos que nos roban paz
Penas que caducan antes que un yogur al sol de mi cuidad
Una cadena de frío no se rompe ni al desconectar
Ese pescado es pecado como el venado en tu abstinencia
Y el jurado está amañado pese a tu incredulidad
Nido reflejo incoherente del ideal que cantas de humildad
Dando carroña a la gente apabullados por la falsedad
Una cadena perpetua no se rompe ni al resucitar
Has dejado con asientos y sin parientes la mediocridad
Y han llenado los estadios con olor a pubertad
Tal vez el día de mañana puedas jugar
Y manejar el tiempo desde aquél meteosat
Que nos augura las tormentas
Pero no evita las contiendas
Tal vez el día de mañana puedas estar
Entre la lista de la compra de algún otro zar
Y que el azar no te divierta, cuando te suban a cubierta
Y ante todo bien viste, lo que dijiste no sea un chiste
Que hoy ya no te hace gracia, que te deja triste, que te deja triste