Un día veintiocho de enero, como me hiere ésta fecha, a Don Lamberto Quintero, lo seguía una camioneta, iban con rumbo al Salado, nomás a dar una vuelta. Pasaron el Carrizal iban tomando cerveza, su compaáero le dijo, nos sigue una camioneta, Lamberto sonriendo dijo: pa' que son la metralletas. Ya cerquita del Salado, rugieron dos R-15, ahí dejaron un muerto, enemigo de Lamberto, quisiera que fuera cuento, pero seáores es cierto. (música) Un hombre fuera de serie, alegre y enamorado, platicando con su novia, el estaba descuidado, cuando una balas certeras, la vida le arrebataron. Clínica Santa María, tu vas a ser mí testigo, dos días después de su muerte, vuelven a sonar los tiros, ahí quedaron diez hombres, por esos mismos motivos. Puente que dá a Tierra Blanca, tu que los viste pasar, recuérdales que a Lamberto, nunca se podrá olvidar, yo por mí parte aseguro, que hace falta en Culiacán.