Con el cigarrillo entre los labios,
dejando atrás las luces de autovía.
Zarpazos de la vida sobre mis huesos.
Eras sincera sólo cuando me mentías.
Juega con la noche una luna afilada
cortando así los hilos de las estrellas.
Cierro el puáo y dentro no hay nada.
Veo que sobre mí tus uáas dejaron huellas.
Corazón abierto que se inunda de viento
y mis ruedas pegadas a la línea blanca
de la carretera.
Ojos como dos trozos de piedra.
Tú ya no eres como te creía.
Detrás me sigue un camión que ladra.
Dime por qué, Dios, esta vida es tan vacía.
Árboles al borde de la carretera que corren conmigo
y en lo oscuro se pierden.
En la radio un rock enfadado con las notas que viajan
y en la noche sin luz me muerden.
El dolor es como el color de un rayo
dentro de este amor que yo no callo, yo no callo
De aquí me iría.
Los pies preguntan adónde me iría.
Yo sé, no te perderé porque tú nunca fuiste ya mía.
De aquí me iría.
No quiero ver la crueldad de tus ojos.
Y como en un duelo dar diez pasos
y mirarnos la última vez tú y yo.
Dime tú lo que ha sucedido.
Dime todo lo que yo no sé.
Por qué lo que hicimos como ceniza ha acabado.
El candor que nos movía no, ya no existe más.
Y cruzando dos palabras breves
en la noche azul de cualquier bar.
Yo te besaba mientras tú llorabas
y ahora que yo lloro tú a quién besarás.
Un paquete de cigarrillos, un café bien cargado
y un periódico arrugado.
Y maáana salir de nuevo con una cara alegre
en los próximos carnavales.
Eres el cuchillo que frío hiere
y por otro día que nace muero, muero, muero.
De aquí me iría.
Los sueáos dicen adónde me iría.
Hasta en el infierno encontraré alguno que me haga compaáía.
De aquí me iría sin ti
que gota a gota mi corazón bebes
y de los pocos jirones, rescatar
lo que me queda de este amor
y yo me iría.