Lávame Tú, Jesús; si no me lavas
Si no te abajas a mis pies perdidos
Si no te inclinas, si no lo permito
No asumiré lo bajo que he caído
¡Lávame! Si no dejo que acaricies
Veas y toques mis lastimaduras
No reconoceré que me he extraviado
Ni las lesiones de mi marcha a oscuras
Al lavarnos, te estás haciendo cargo
De cada llaga de nuestros caminos
Porque quieres sentarnos a tu mesa
Mesa de puro Amor en pan y vino
Sólo si Tú nos lavas, correremos
La suerte de tener parte contigo
Lavar, con sangre propia, llaga ajena
Ofrecer, como Cena, el Sacrificio
Lávanos Tú, Señor, Jesús el Servidor
Tus pies hemos bañado en nuestro llanto
Lloramos extravíos, Tú lo sabes
¡Pies, brújula de encuentro o desencuentros!
¡Timón rumbeando a Puerto o al Desastre!
Del zigzag de mi libertad sufrida
De esa vacilación, te haces hermano
Mis tropiezos, los besas con tu beso
Los curas al contacto de tu tacto
Eres Hombre-Camino y Hombre-meta
Dios Todo-Compasivo y Todo-Puro
Este gesto de Amor, que en ti es eterno
Aquí es lo Nuevo, que renueva al mundo
Nos sirves de rodillas... para erguirnos
Y encaminarnos hacia el Reino nuevo
Donde el trono del Rey es una cruz
Donde la pequeñez es lo primero
Lávanos Tú, Señor, Jesús el Servidor
Hemos sido ídolos con pies de barro
Dioses de pies de barro hemos seguido
Tu gesto limpia el rostro de lo humano
Humilde, demaquillas artificios
Lávanos, vuélvenos a la inocencia
Niños-nautas, seamos reconducidos
Por esta Agua natal de tu costado
Al vientre fértil del Amor divino
Fuimos disperso y errante rebaño
Que en esta Fuente de los peregrinos
Tu Presencia nos reúna y nos reoriente
Para ser "los que siguen el Camino"
Nos traes por el desierto hasta este oasis
Que al lavarnos, reenvía y vivifica
Agua entrañal de un Pueblo siempre en marcha
¡Éxodo nuevo hacia nueva Vida!
Lávanos Tú, Señor, Jesús el Servidor
Tú, Grande que has querido ser pequeño
Mesías cuya gloria es el servicio
Tú, el Principal que abraza ser el último
¡Los pobres sí que te han reconocido!
Tú, Servidor, plásmanos "servidores"
Por "servir", seamos identificados
Sea nuestro estilo y nuestro testimonio
Sea ese nuestro signo y nuestro hábito
Que el gesto servicial del abajarnos
Sea matriz de todos nuestros gestos
Cúranos la ambición por dignidades
Danos la dignidad de ser fraternos
¡Aquí están tus discípulos y amigos!
¡Tú eres nuestro Señor, nuestro Maestro!
¡Lávanos Tú, Jesús, ésta es la Hora
De los gestos de amor hasta el extremo!
Lávanos Tú, Señor, Jesús el Servidor
Lávanos Tú, Señor, Jesús el Servidor
Lávanos Tú, Señor, Jesús el Servidor