Oh Dios que te has atado con las cuerdas del tiempo
A nuestras coordenadas, a nuestros ritmos lentos
Al devenir incierto de nuestro aprendizaje
Al río irregular de nuestro crecimiento
Vos revelaste el fondo de ésta, nuestra existencia
Lo nuestro estaba en Vos, lo nuestro era lo tuyo
Lo humano era "más" - capaz de Dios, y sagrado
Dramático y sagrado, nuestro "estar en el mundo"
¡Lo opaco de la tierra en vos fue transparente!
Lo opaco fue capaz de cielo y de Palabra
Y se espejó en tu carne que somos "tierracielo"
Fragmentos de infinito en carne iluminada
Beso santo de dos palabras
¡Oh, Jesucristo, Oh, tierracielo!
Fuerte tierno, señor humano
Divino nuestro, divino nuestro
Beso santo de dos palabras
¡Oh, Jesucristo, Oh, tierracielo!
Fuerte tierno, señor humano
Divino nuestro, divino nuestro
Divino y despojado, Dios asombroso y nuestro
Hermano y vulnerable, expuesto a desamores
Concreta superficie de humana piel dispuesta
A luna y sol, a abrazos, y a látigos y golpes
Tu encarnación es el mapa de nuestra esperanza
Lo humano, en tu humanidad, se yergue en silencio
Destino y maravilla que tu cuerpo nos narra
Lo nuestro cabe en Dios y este Dios cabe en lo nuestro
¿Qué Dios impronunciado viajó en el embarazo
Sereno y misterioso de la Madre Doncella
Sino el Dios cuya espalda viene por el trabajo
De siembras y semillas, de redes y de pesca?
Beso santo de dos palabras
¡Oh, Jesucristo, Oh, tierracielo!
Fuerte tierno, señor humano
Divino nuestro, divino nuestro
Beso santo de dos palabras
¡Oh, Jesucristo, Oh, tierracielo!
Fuerte tierno, señor humano
Divino nuestro, divino nuestro
Beso santo de dos palabras
¡Oh, Jesucristo, Oh, tierracielo!
Fuerte tierno, señor humano
Divino nuestro, divino nuestro