En esta bella ciudad la noche nunca cae y por las calles los monstruos van
Con cien orejas sordas y ojos que no ven más, y bocas que olvidaron cantar.
Bienvenidxs a Nueva Tenochtitlán!
Donde la música es tan buena que la letra no te importa, donde los ángeles caen cuando la tierra se levanta y los alebrijes cantan desde sus entrañas.
Es el orgullo de Galileo y la vergüenza de Santo Tomás.
Es la isla del lago seco y la ciudad de los 400 pueblos.
Es un ave que vuela a miles de metros sobre el nivel del mar y que nuestra historia cuenta al cantar:
En esta bella ciudad la noche nunca cae y por mis plumas los monstruos van
Se meten coca después de marchar por la paz y luego se ponen a bailar WU!
Hay un muerto en la pista de baile
Tormentas se acercan, y mientras todos bailan pienso en ti, cariño.
En dónde estás?
Qué te hicieron, corazón?
Sólo encuentro sangre en la pared,
Y en la ventana veo a la gran ciudad.