A ver muchachos, quiero alegría,
quiero aturdirme, para no pensar.
La vida es corta y hay que vivirla,
dejando a un lado la realidad.
Hay que olvidarse del sacrificio,
que tanto cuesta ser, tener el pan.
Y en estas noches de farra y risa,
ponerle al alma nuevo disfraz.
La vida es corta y hay que vivirla,
en el maáana no hay que confiar.
Si hoy la mentira se llama sueáo,
tal vez maáana sea la verdad.
La vida es corta y hay que vivirla,
feliz al lado de una mujer,
que aunque nos mienta, frente a sus ojos,
razón de sobra hay para querer.