Ven, dame a mí morena tú,
El trono de tu amor genial,
Que yo pagaré este favor,
Con un amor eterno, pasional
Dime si esclavo quieres,
Que yo sea de tu ser genial,
Toditos mis afectos para ti serán. .
Amor tan pizpireta, tan pervertida,
Pícara realidad,
Corazón tan canalla,
Que te enamoras de quien no te ha de amar.
Cariño tan perverso que así traicionas,
Mi canto de verdad,
Por qué en silencio lloras,
Por qué suspiras si tienes que pagar.
En mi mente de iluso a tus acciones,
Un velo les eché,
Creyendo que así fueran las veleidades,
Propias de la mujer.
Te adoré con delirio, con fe,
Creyendo pudieras comprender,
Que mis nobles acciones,
Correspondieran a tu falso querer.