Al Oído Si quieres besarme ... besa, -yo comparto tus antojos- mas no hagas mi boca presa, bésame quedo en los ojos. No me hables de los hechizos de tus besos en el cuello... están celosos mis rizos, están celosos mis rizos, acaríciame el cabello. Para tu mimo oportuno, si tus ojos son palabras, me darán uno por uno, me darán uno por uno los pensamientos que labras. Si quieres besarme ... besa, -yo comparto tus antojos- mas no hagas mi boca presa, mas no hagas mi boca presa, bésame quedo en los ojos. Pon tu mano entre las mías, temblarán como un canario y oiremos las sinfonías de algún amor milenario. Tiene un matiz de alabastro y un misterio de pagoda. ¡Mira la luz de aquel astro! ¡Mira la luz de aquel astro! ¡La tengo en el alma toda! Si quieres besarme ... besa, -yo comparto tus antojos- mas no hagas mi boca presa, mas no hagas mi boca presa, bésame quedo en los ojos. ¡Oh! ¡Qué perfume tan fino! ¡No beses mis labios rojos! En la noche de platino, en la noche de platino bésame quedo en los ojos.