En la rama de un samán
los gallos buscan el día
y cruza en la lejanía
su canto de alcaraván.
La luna se va ocultando,
la luna se va perdiendo
y un perro le va ladrando
y un perro la va siguiendo.
Dónde está mi yegua mora
y mi silla de montar,
mi sombrero, mis espuelas
y mi soga de enlazar.
La copla del becerrero
cantándole a la vacada
palpita en la madrugada
del botalón al tranquero.