El día de su cumpleaños, Roberto sintió una inquietud vaga. Un año menos de juventud, qué hice hasta ahora? La sensación de que la vida se escapa, que el tiempo corre, desenfrenado.
Se tiró en la cama un ratito. Aunque sólo fueran 24 años
Silvia lo había invitado a festejar. "Te haremos una torta", le dijo. Su imaginación le bullía estrepitosamente, las luces de la calle brillaban. El colectivo avanzaba como un tanque triunfante entre los autos y las bocinas eran trompetas de una orquesta fanatizada
Se imaginaba la fiesta. Era para él, destinada a él, sus amigos reunidos para esperarlo! Se imaginaba en el centro de un torbellino de amistad. Estarían Clarita, Lucía y Andrómaca
Emocionado, llegó. Calle Arenales. El ascensor no andaba y subió por la escalera hasta el 4to. Piso. Le habían puesto carteles de "feliz cumpleaños" y otros en tono más jocoso. Entró por la cocina, con azulejos hasta el techo.
En el living estaban todos ya, charlando con luz difusa. Sonaba "The Mamas and the Papas". Cuando lo vieron todos lo abrazaron y saludaron cariñosamente.
La música seguía, ahora Otis Redding
La luz difusa era hermosa y estar allí, con todos ellos, compartiendo ocurrencias, palabras, chistes. Recuerdos
Allí pensó qué lindo sería ir y decirle a Lucía, "sabés que me gustás?, quiero salir con vos!"
Para amarse
Y lo hizo. Y se amaron
Retazos de recuerdos que atesora el corazón