Entre la cirrosis y la sobredosis
Andas siempre, muñeca.
Con tu sucia camisa y,
En vez de sonrisa,
Una especie de mueca.
¿Cómo no imaginarte,
Cómo no recordarte
Hace apenas dos años?
Cuando eras la princesa
De la boca de fresa
Y tenías aún esa forma
De hacerme daño...
Ahora es demasiado tarde, princesa.
¡Búscate otro perro que te ladre, princesa!
¡Maldito sea el gurú
Que levantó entre tú
Y yo este silencio oscuro
Del que ya solo sales
Diciéndome, "vale,
Dame veinte duros"!
Ya no te tengo miedo, nena,
Pero no puedo seguirte en tu viaje.
¡Cuántas veces hubiera dado la vida entera
Por que tú me pidieras
Llevarte el equipaje!
Ahora es demasiado tarde, princesa.
¡Búscate otro perro que te ladre, princesa!
No ves que ahora, ahora es demasiado tarde, princesa.
¡Búscate otro perro que te ladre, princesa!
¡Búscalo!
Tú que sembraste en todas
Las islas de la moda
Las flores de tu gracia,
¿cómo no ibas a verte
Envuelta en una muerte
Con asalto a farmacia?
¿Con qué ley condenarte
Siendo juez y parte
De todas tus andanzas?
Sigue con tus movidas, reina,
Pero no me pidas
Que pase la vida pagándote fianza.
Ahora es demasiado tarde, princesa.
¡Búscate otro perro que te ladre, princesa!
¿No ves que ahora, ahora es demasiado tarde, princesa?
¡Búscate otro perro que te ladre, princesa!
(Oooh oh oh oh) Por que ahora es demasiado tarde y lo sabes...
(Oooh oh oh oh) Tú lo sabes, lo sabes, ¡lo sabes!
(Oooh oh oh oh) Ve y búscalo, ve y búscalo, ¡ve y búscalo!